LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE

Autor: Matt Haig

Págs.: 336

Sinopsis:

Entre la vida y la muerte hay una biblioteca. Y los estantes de esa biblioteca son infinitos. Cada libro da la oportunidad de probar otra vida que podrías haber vivido y de comprobar cómo habrían cambiado las cosas si hubieras tomado otras decisiones… ¿Habrías hecho algo de manera diferente si hubieras tenido la oportunidad?».

Nora Seed aparece, sin saber cómo, en la Biblioteca de la Medianoche, donde se le ofrece una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Hasta ese momento, su vida ha estado marcada por la infelicidad y el arrepentimiento.

Nora siente que ha defraudado a todos, y también a ella misma. Pero esto está a punto de cambiar.

Los libros de la Biblioteca de la Medianoche permitirán a Nora vivir como si hubiera hecho las cosas de otra manera. Con la ayuda de una vieja amiga, tendrá la opción de esquivar todo aquello que se arrepiente de haber hecho (o no haber hecho), en pos de la vida perfecta. Pero las cosas no siempre serán como imaginó que serían, y pronto sus decisiones enfrentarán a la Biblioteca y a ella misma en un peligro extremo. Nora deberá responder una última pregunta antes de que el tiempo se agote: ¿cuál es la mejor manera de vivir?

Desde un primer momento, todos los afluentes de la trama (situaciones de la vida de Nora) nos van llevando a un mismo río que desembocará en la inevitable muerte, protagonista indiscutible que se erige en esta primera parte de la novela. El pesimismo derivado de la mala situación socioeconómica de Nora, sumado al bagaje de errores y arrepentimientos que cargaba a sus espaldas, la llevan a una situación límite: el suicidio.

Nora es de ese tipo de personas que en su día lanzaron el ancla en un momento del pasado y la han ido arrastrando hasta el presente, con todo lo que ello conlleva. Esa ancla invisibiliza al individuo en nuestro sociedad y le impide progresar y avanzar en ese camino hacia la eudaimonia. Nora era una persona que se había acomodado en la mediocridad y no había sabido exprimir el jugo de todo su potencial; vivía todas las vidas que tenía a su alrededor, menos la suya, creía que todas las desgracias que vivía tenían un mismo germen que las alimentaba: ella.

Llegado a un punto determinista de no retorno, Nora decide abandonar este mundo en el que las pocas razones que sustentaban su esqueleto se habían esfumado delante de sus narices. Es entonces cuando el autor nos describe qué hay detrás de una de las grandes preguntas filosóficas de la historia del hombre: ¿Qué hay después de la muerte? Pues en el caso particular de Nora, una biblioteca en la que su encargada no le es desconocida; se trata de la señora Elm, bibliotecaria del instituto. Nora guardaba un buen recuerdo de ella, pues además de ser una ávida lectora, tras el conocimiento de la muerte de su padre, la bibliotecaria estuvo ahí dándole cariño y ofreciendo un hombro sobre el que llorar.

En este escenario, la señora Elm se consagra como una especie de deus ex machina, aunque, lejos de resolver situaciones de la vida de Nora, lo que hace es ayudarla mediante preguntas y reflexiones para que sea ella la que se quite la venda que le impedía ver las cosas bonitas de la vida; aquellas cosas que tenía al alcance de su mano y por pereza, coraje, rebeldía o miedo no afrontaba. Un juego de preguntas y respuestas que podríamos relacionar con la teoría socrática de la mayéutica. 

Nora desafiará las leyes de la física cuántica y los universos paralelos, consiguiendo vivir alguna de las vidas que podría haber llevado y que no tuvieron lugar en su presente por alguna de las pequeñas, pero grandes decisiones que tomamos todos los días. Hay un proverbio chino que dice así: “El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. ¿Qué quiere decir? Pues muy sencillo; que el quedar un día a tomar un café con alguien aunque la pereza se apodere de nosotros, el perder un tren, el tropezar con alguien a la salida de un establecimiento, el tirar una colilla por la ventanilla del coche, el olvidar un cumpleaños de algún familiar o el decidir vestir una camiseta de Nirvana un día concreto, son situaciones que nos pueden cambiar la vida. Pequeñas decisiones, algunas premeditadas y otras bienhalladas (o no).

En cualquiera de los casos, Nora no se sentirá cómoda en ninguna de las otras vidas. Cree que está viviendo una vida que no le corresponde. En todas ellas, ni el dinero, ni la fama, ni el cargo que ostenta la hacen feliz, pues son bienes caducos que trascurren de forma paralela, pero igualitaria, al río que hemos mencionado anteriormente y que desemboca en la muerte.

El libro trata con extrema delicadeza temas como la depresión, la inestabilidad de la salud mental o el suicidio. Este último se presenta como una posible solución al cautiverio y caos terrenal, pero será Nora la encargada de desandar sus propios pasos para encontrar motivos por los que vivir. Un libro que además trata, aunque sea de una forma trasversal y efímera, las consecuencias inmediatas del uso de las nuevas tecnologías y más concretamente el de las redes sociales. Estas se encargan de fabricar “envidia” por los cuatros costados de las pantallas, mostrando lo mejor de cada casa, cuando sabemos que, en realidad, en todas cuecen habas. Cualquier vida ajena nos parece mejor que la nuestra y esto es uno de los grandes problemas sociales de hoy en día.

La visión que ofrece La biblioteca de la medianoche está llena de esperanza pues nos enseña a ver las cosas de otra manera, a limar las asperezas de momentos pasados, a dar nuestro brazo a torcer, a reconocer nuestros errores, a echar en cara los de otros, a saber valorar un vaso de agua, a decir “te quiero”, a perdonar, a tratar bien a las personas, pues no sabemos cuándo será la última vez que las veamos y, sobre todo, a no dejarnos llevar por un guion escrito o por las expectativas que la gente tiene de nosotros.

Nadie sabe cómo vivir su vida, pero se atreven a juzgarte y a intentar vivir la tuya…

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