ERRORES GRAMATICALES EN TELEVISIÓN

En esta entrada vamos a hacer un repaso de algunos errores gramaticales vistos en programas de televisión. Cada uno de los vídeos tiene a su vez la explicación del error y su corrección.

1. Diputada del congreso comete tres errores gramaticales en su intervención.

La diputada Aina Vidal comete tres graves errores gramaticales durante una intervención en el Congreso de los Diputados. En apenas tres minutos comete un error de conjugación, uno de concordancia y otro relacionado con el significado de una palabra (semántica).

 

2. Tertuliana de ‘Todo es mentira’ dice ‘satisfacido’.

Algunos verbos irregulares nos ponen en ocasiones entre la espada y la pared, sobre todo a la hora de hablar. Eso le pasó a una tertuliana del programa que presenta Risto Mejide, ‘Todo es mentira’. Tras una entrevista por parte del presentador a un político, esta tertuliana dice que a ella ‘no le han satisfacido’ algunas declaraciones.

 

3. La graciosa respuesta de una concursante en ‘El cazador’.

Los espectadores del programa de televisión de ‘El cazador’ están acostumbrados a las preguntas relacionadas con la lengua, la literatura, la cultura general, etc. A lo que no están acostumbrados es a ver respuestas tan graciosas como la que contestó la siguiente concursante a una pregunta sobre un refrán español.

4. Dedica una nota a su expareja en un avión con errores gramaticales

En esta ocasión una persona, durante un viaje de avión con Canaryfly, una persona decide dedicar una nota a su expareja.  Esta ‘carta’ se hizo viral y acabó llegando a miles de personas a través de las redes sociales. Si prestamos atención durante la lectura de esta, podremos darnos cuenta de la existencia de dos errores gramaticales. ¿Puedes encontrarlos?

“Ser mujer es un asco”, Maite Rico.

 

Este texto periodístico que, por su breve extensión, podría ser una columna o artículo de opinión trata sobre el feminismo actual y la autora considera a través de un discurso irónico que muchos de los problemas que plantea este feminismo hacen víctima a la mujer. Para lograr defender su opinión y tratar de convencer al lector de la misma, emplea una tipología textual expositivo-argumentativa que desarrolla a través de seis párrafos.

La autora trata de persuadir y convencer al lector sobre su punto de vista o postura, por tanto, la función apelativa está presente durante todo el texto. En este caso, es relevante que el receptor al que alude en última instancia sean las mujeres. En el texto dicha función se manifiesta a través de varios recursos lingüísticos como es el uso de la 1ª persona del plural inclusivo (‘hemos sobrevivido’, ‘estábamos ciegas’ o ‘las mujeres hablamos’), determinantes (‘nuestra mísera existencia o ‘nuestro faro’) o pronombres (‘convencernos,  ‘hacernos’ o ‘entre nosotras’) que consiguen involucrar al público femenino en el discurso. A su vez, la autora utiliza otros recursos como el uso de vocativos (‘queridas’), de llamadas de atención (‘gracias’), de oraciones exhortativas (‘tenemos que asumir’) o de 2ª persona del singular, en cuyo caso, el receptor directo al que se alude es la ministra de Igualdad, Irene Montero (‘tú llevas más camino recorrido’ o ‘tienes’).

Para conseguir su propósito, el texto presenta algunos datos objetivos que ayudan a entender el punto de vista de la autora, aunque en este texto no podemos decir que esté muy presente. Podemos apreciar este rasgo en expresiones como ‘y ahora, la menstruación, equiparada…’, ‘el dolor de ovarios […] será una «incapacidad temporal…» o ‘esas mismas compresas o tampones que se anuncian…” que utilizan el modo indicativo para expresar algo de una forma objetiva. También lo apreciamos en la generalización que hace cuando dice que ‘las mujeres hablamos de reglas y menopausia entre nosotras’.

En cuanto a la función metalingüística, no encontramos ningún rasgo lingüístico que trate la etimología o definición de alguna palabra o concepto, aunque sí que podemos decir que a lo largo de casi todo el texto se hace uso de la ironía, recurso lingüístico propio del código español.

Al tratarse de un artículo de opinión, la función expresiva adquiere gran relevancia, ya que la presencia del autor se hace evidente y se manifiesta en el texto a través de recursos lingüísticos como el uso de la ironía, qué pone de manifiesto la intención de la autora. Aunque la ironía queda patente a lo largo de todo el texto, destacan oraciones como “no me explico cómo hemos sobrevivido…”, “creíamos haber avanzado razonablemente” o “cuánto mejor estaríamos si…” Incluso en el propio título: “Ser mujer es un asco”.

También se hace uso de diferentes modalidades oracionales, como la dubitativa (‘puede que la ministra…’) o la interrogativa indirecta (‘yo no sé en qué mundo…’). A su vez, la autora también utiliza verbos modales como “creíamos…” o “no sé…” y perífrasis verbales como ‘tenemos que asumir’.

Es obvio que, al expresar su opinión, la autora va a utilizar la 1º persona. Vemos este rasgo en expresiones como “no me explico”, “nuestra vida”, “pero yo no voy a dar la turra a mi vecino con mis ovarios” o “nuestras severas limitaciones”. También vemos cómo se utiliza un léxico connotativo a lo largo de todo el texto: adjetivos valorativos como ‘mísera’, ‘indignadas’ o ‘severas’, verbos como ‘follar’, ‘moverse por’ o ‘pillar’, frases hechas como ‘dar la turra’ o ‘ser una auténtica mierda’ o adverbios modalizadores como ‘razonablemente’. Por último, cabe destacar la utilización de signos de puntuación que matizan el significado de lo expuesto en la enumeración de una forma irónica y de comillas (“normalizar”) para darle cierto sarcasmo o retintín a lo dicho.

La última función lingüística presente en el texto es la poética, con la cual la autora consigue de alguna forma embellecer el texto, dotándolo de cierta calidad literaria y estética. Esto lo consigue principalmente a través del uso de metáforas como ‘sus indignadas amazonas’, ‘estábamos ciegas’ (también se podría considerar una hipérbole), ‘eres nuestro faro’ o ‘por ver quién lava más blanco’. También hace uso de algunas enumeraciones como la que aparece en el segundo párrafo para detallar o concretar más el tema tratado.

Por último, es necesario hacer alusión al registro y nivel utilizado en dicho artículo de opinión. La autora utiliza un nivel del lenguaje estándar, accesible y comprensible por cualquier tipo de público, aunque a veces se desvía y utiliza tecnicismos / palabras cultas como “redimirse”, “aerofagia”, “ufanarse”, “obstétrica” o “emular” y expresiones mucho más coloquiales como “dar la turra”, “se mueve por…” o “ser una auténtica mierda”. Estos tecnicismos no dificultan la comprensión del punto de vista de la autora y los coloquialismos utilizados, de alguna forma, consiguen acercar al lector a su postura, sobre todo a las mujeres a las que va dirigido.

Así pues, se trata de un texto periodístico de opinión, cuya modalidad textual es expositivo – argumentativa en la que la autora pretende convencer de lo que es ser mujer sin adoptar el papel de víctima que pretende Irene Montero y su ministerio,  por lo que la función última del texto es la expresiva. No obstante, son relevantes también las funciones apelativa y poética.

EL SUJETO

El sujeto sintáctico de un oración estará desempeñado por un grupo nominal (GN) cuyo núcleo concordará en género y número con el verbo.  El GN no va a empezar por preposición ni tampoco su núcleo va a ser un pronombre átono.

La propiedad de la concordancia puede presentar en algunas ocasiones algunas variantes un tanto infrecuentes:

  • Podemos encontrar discordancia entre el núcleo del GN y el verbo cuando se trata de un sustantivo colectivo, que son «aquellos que llevan en su significado la naturaleza de sus componentes» (NGLE).

Colectivo determinado 

Colectivo indeterminado

Colectivo indeterminado concordando en plural

 

En estos tres casos, podemos encontrar el verbo en plural si se cumple alguno de estos requisitos:

  1. Que el núcleo del CN esté en plural.

     2. Que el núcleo del sujeto esté alejado del verbo, sobre todo si el verbo precede al sujeto.

Viajaron en las líneas estadounidenses multitud de turistas. 

 

     3. Que el sustantivo colectivo del sujeto aparezca en una estructura copulativa con ser, estar parecer. 

 

  • En algunas ocasiones podemos encontrar el núcleo del sujeto en plural y el verbo en 1ª o 2ª persona del plural. En estos casos se infiere que hay un sujeto elidido (nosotros / vosotros) y por tanto, lo que aparece como núcleo del sujeto léxico es una aposición.

Las mujeres deberíais alzar la voz / Vosotras, las mujeres, deberíais alzar la voz. 

Los inversores deberíamos estudiar cada uno de los proyectos / Nosotros, los inversores, deberíamos estudiar cada uno de los proyectos.

Este fenómeno también ocurre con algunos pronombres indefinidos como todos/as, muchos/as, pocos/as,       algunos/as…

Muchos creéis en la reencarnación / Muchos de vosotros creéis en la reencarnación / Vosotros, muchos, creéis en la reencarnación. 

  • En español, la función sintáctica de sujeto puede estar elidida de la oración o puede no estar ocupada, es decir, podemos encontrar oraciones en las que no haya un sujeto (sin argumentos). 

Verbos que expresan fenómenos meteorológicos

Hacer en 3ª persona del singular seguido de ‘frío’, ‘calor’, ‘aire’…

Hacer en 3ª persona del singular + expresión temporal

Haber en 3ª persona del singular (+ argumento, ‘CD’)

Ser, estar o parecer + expresión relacionado con el tiempo atmosférico o cronológico

‘Se’ marca de impersonalidad

 

EL VOCATIVO*

El vocativo es una expresión apelativa que se sitúa al margen sintáctico de la oración. Se trata pues de un complemento oracional. El sujeto omitido de la oración sería el pronombre personal ‘tú’ o ‘vosotros’.

 

Socio, ¿nos traes la cuenta?

¿CÓMO IDENTIFICAR EL SUJETO DE UNA ORACIÓN?

 

Daimiel en el Emily Morgan

Antoni Daimiel es un periodista deportivo especializado en baloncesto, concretamente en la NBA, la liga más importante de dicho deporte en EE.UU y en el mundo entero. Si por algo se le conoce, aparte de por su dedicación a esta faceta, es por haber trabajado con el célebre Andrés Montes.

En este ocasión relataremos una experiencia que vivió durante unas finales de la NBA en San Antonio, Texas. Daimiel siempre se ha considerado un hombre escéptico en lo relacionado a temas de espíritus y sucesos paranormales. Corría el año 2014 y este se hospedaba junto a un grupo de compañeros de profesión en un famoso hotel de San Antonio, el Emily Morgan. Este ya tenía cierta fama de “estar encantado”, como tantos otros de esa zona. La organización de la NBA había sido la encargada de hacer la reserva de las habitaciones. Uno de los compañeros, haciendo una pequeña investigación personal acerca del hotel, descubrió los comentarios y reseñas que se hacían de la estancia en este edificio situado en el centro de la ciudad. 

Durante la primera noche no pasó nada reseñable. Recordemos que las finales de la NBA son al mejor de siete partidos, por tanto la estancia se iba a alargar durante un tiempo. Pues bien, la noche previa a un sábado de partido comenzaron a sucederle cosas extrañas a nuestro protagonista. Este estaba en el séptimo piso del edificio. Nada más salir del ascensor de dicha planta se abría un largo pasillo, y, al final de este, había tres habitaciones contiguas. En una de ellas se hospedaba Daimiel.

A eso de las 2 o 3 AM, algo interrumpió su tranquila velada. Parecía una persona. Una persona mayor. Esta estaba tosiendo de una forma repetitiva y asfixiante y consiguió transmitir una sensación de agobio al que lo oía. Hasta tal punto llegó la desesperación y desasosiego del periodista que decidió llamar a la recepción del hotel para ver si la persona que se hospedaba en alguna de las habitaciones contiguas necesitaba ayuda o asistencia médica. La voz al otro lado del teléfono le preguntó por la habitación en la que estaba y de dónde estaba escuchando esos sonidos. Cuando Daimiel le dijo la habitación en la que se encontraba, la personaba que estaba al teléfono le dijo: “No se hospeda nadie en ninguna de las habitaciones de al lado”.

En ese momento, el periodista se quedó perplejo, sin embargo, no le dio más importancia, quizás sería alguien en el piso de arriba o abajo. De repente, antes de volverse a acostar, escuchó como alguien estaba subiendo hacia la planta en la que se encontraba. Seguidamente, notó como alguien estaba golpeando la puerta de una de las habitaciones contiguas. Daimiel pensó que desde recepción habían atendido su llamada y se disponían a comprobar si realmente alguien. Este abrió la puerta y vio a un señor que se encontraba delante de la puerta de la habitación de al lado. Se giró y le dijo: “aquí no hay nadie”. “Ya, ya, ya me han dicho eso en recepción” , le dijo el periodista. Justo entonces, aquel hombre abrió la puerta de la habitación y volvió a repetir las palabras que había dicho un momento antes. Daimiel se metió adentro de la habitación y fue entonces cuando se dio cuenta de que una botella de agua que había dejado encima de la mesilla de noche no estaba. Había desaparecido.

Tras despertarse aquella mañana, Daimiel se vistió y decidió bajar a desayunar. Todo había sido muy extraño. Pulsó para que el ascensor parara en su planta, la 7. Cuando se abrió se encontró con uno de sus compañeros que dormía en uno piso superior y que también había decidido bajar a desayunar en ese momento. Se saludaron y comenzar a hablar sobre cómo habían dormido y, concretamente, de los hechos que habían sucedido en torno a la habitación de Antoni Daimiel. De repente, al llegar a la planta 3, el ascensor se detuvo y delante de sus ojos apareció una señora mayor de unos 80 años que todavía llevaba el pelo muy mojado e iba dejando un rastro de agua a su alrededor.

La señora se monta sin saludar ni decir nada a ninguno de los dos. Una vez el ascensor cerrado, esta se da la vuelta y les da la espalda a los periodistas. La anciana no pulsó ningún botón y justamente en la siguiente planta se bajó del ascensor. En ese momento, se dio la vuelta, los miró fijamente y les dijo: “bla, bla, bla”, a la vez que movía una de las manos como si fuera una pinza.

Daimiel tras vivir esta serie de sucesos tan extraños se informó acerca del lugar y descubrió que antiguamente había sido un hospital para tuberculosos y que en la última planta había una morgue. Este preguntó también en la recepción del hotel para informarse acerca de la historia de aquel edificio, pero se encontró con todo negativas por parte del personal. Solamente pudo hablar con un vigilante durante un cambio de turno y este le dijo que no le creería todo lo que había vivido durante dos años trabajando en el turno de noche.

Daimiel le comentó los hechos a un viejo conocido y le dijo que probara a dejar la luz del baño encendida mientras dormía, de esta forma estaría más tranquilo. Pese a su escepticismo, Daimiel le hizo caso y se acostó. A las 3 de la mañana, el periodista se despierta sudando. Hacía mucho calor en la habitación; el ambiente estaba muy cargado. Antoni se levantó a beber agua y a encender el aire acondicionado y, en ese momento, la luz del baño que había dejado encendida comenzó a parpadear. Este la veía por la rendija de abajo de la puerta. Asustado y pensando en el partido del día siguiente (necesitaba descansar), Daimiel y otro compañero suyo al que también le ocurrieron sucesos paranormales decidieron cambiar de hotel y acabaron durmiendo en uno dos calles más lejos del Emily Morgan.

Una feria emocionante

Feria De Diversión

Cae la noche sobre una muchedumbre llena de júbilo que se deja llevar por un afluente de sensaciones, estímulos, olores, ruidos… Los amasijos de hierro ven reflejados en ellos la sonrisas de pequeños y mayores así como todas esas luces de neón que se encargan de dar vida en la oscuridad. Estos elementos albergan en la finitud del recinto miles de situaciones diferentes, encuentros, enseñanzas… todo ello propiciado por la necesidad de evadirnos y recrearnos en un ambiente ocioso.

A vista de pájaro, nuestra mirada se detiene en una de las atracciones que no puede faltar en cualquier feria. “La casa del terror”. Una pareja de enamorados hace fila para disfrutar de este pasaje terrorífico; se dan la mano y sus miradas denotan intranquilidad, expectación; un nervioso “autogenerado”. La vela del farol que sostiene el autómata de la entrada ilumina sus rostros. El chico cierra los ojos durante unos segundos. Mientras, la chica echa un vistazo a su móvil y activa el modo avión. Un sonido metálico acompaña la apertura de la puerta en aquel umbral oscuro. Ambos se volvieron a mirar y comenzaron su andadura en aquellos pasillos con un paso tembloroso.

Mientras, en la otra punta del recinto, un niño tira de la chaqueta de su padre a la vez que le señala un puesto en el que hay que “peca’ paditos”. Es la primera vez que está en un sitio como ese y se siente bastante abrumado por todo lo que ve y siente. Aunque solo tiene 5 años, es consciente de que en algunas atracciones no se puede montar debido a su estatura.  Le ha llamado la atención un cartel luminoso con un dibujo de Mickey Mouse y de Piolín. En él pone: “Péscalos. Premio seguro”. Él no sabe leer ni escribir, pero su padre sí. Este le da el visto bueno y se ponen manos en la caña. No le preocupa gastarse algo de calderilla con tal de ver a su hijo feliz. Tiene la seguridad de que se irá con un juguete y una sonrisa a casa.

Una anécdota de Larry Bird

LARRY BIRD & DENNIS RODMAN

 

Viajamos al pabellón “TD Garden”, en Boston, a finales de los años 80. En este partido se enfrentaban los famosos Boston Celtics contra los Detroit Pistons.  O lo que es lo mismo, Larry Bird contra Dennis Rodman; aunque por aquella época, este todavía no era un jugador tan polémico como lo fue después.

 

En aquellos años, el pivot de los Pistons, ya era considerado como uno de los mejores defensores de la liga. Rodman afirmó que su manera de defenderle era negándole el balón con un marcaje muy intenso y con contacto físico; “asfixiándolo”.

Sin embargo, ante este tipo de demarcación por parte de Rodman, el alero de los Celtics gritaba lo siguiente en cada una de las jugadas:

  • ¡Eeeh! ¡Estoy solo! ¡Pasádmela antes de que se den cuenta de que nadie me está defendiendo!

En un determinado momento del partido, Larry Bird consiguió anotar 4 canastas seguidas con la defensa asfixiante de Dennis Rodman sobre él. Bird conseguía recibir, se hacía un hueco con el codo y… ¡para dentro!

¿Y sabéis qué hizo Larry Bird tras anotar esa cuarta canasta de forma consecutiva? Fue corriendo en dirección al banquillo de los Pistons y le gritó a Chuck Daly, entrenador por aquel entonces de los Pistons.

  •  Oye entrenador, o pones a alguien a defenderme ya, u os voy a meter 60 puntos esta noche…

Conociendo a Dennis Rodman, os podéis imaginar lo mal que le sentó escuchar aquello… sobre todo teniendo en cuenta que había estado todo el partido “matándose” para que Larry Bird no recibiera el balón.

Fuente

LOS SIMPSON Y LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE

Las funciones del lenguaje guardan una estrecha relación con los famosos elementos de la comunicación y los diferentes tipos de textos lingüísticos. En esta entrada vamos a ver esa conexión a través de vídeos de la mítica serie “Los Simpson”.

 

Función referencial o representativa

Esta se relaciona con el CONTEXTO y su finalidad es INFORMAR SOBRE ALGO DE LA REALIDAD.

Por tanto, podremos encontrar esta función en textos DESCRIPTIVOS (aquellos que describan a una persona, un lugar, un objeto, un animal…) , NARRATIVOS (presenten a unos personajes en un lugar y tiempo determinado y nos cuenten una historia que vivan)  y EXPOSITIVOS (textos que nos hablan de un tema específico de una manera OBJETIVA, es decir, sin dar opinión).

 

Función emotiva o representativa

Se relaciona con el EMISOR dado que consiste en expresar sentimientos y emociones. Se relaciona con nuestro “YO”.

Esta función predomina en los textos LITERARIOS, donde los personajes o narradores muestran su estado de ánimo, sus problemas, cómo se sienten en cada momento, etc. Es una función que se centra en la subjetividad.

 

Función conativa o apelativa

Se relaciona con el RECEPTOR e intenta influir en él de alguna forma (convencerlo, llamar su atención, obtener una respuesta, etc.)

Suele aparecer en textos INSTRUCTIVOS (expresan mandato, órdenes, etc.) y ARGUMENTATIVOS (aquellos que intentan persuadir a alguien para que haga algo, por ejemplo, un anuncio publicitario).

Función fática o de contacto

Se relaciona con el CANAL y sirve para iniciar, cerrar o mantener la comunicación.

Este tipo de función la podemos encontrar en textos CONVERSACIONALES, es decir, aquellos en los que existe cierta distancia entre el hablante y oyente. El emisor va a intentar asegurarse de que la comunicación se realiza con éxito.

 

Función metalingüística

Esta función se relaciona con el CÓDIGO, es decir, sirve para referirse a las palabras utilizadas en un texto oral u escrito u otros elementos propios de la lengua.

Esta función la podemos encontrar en gramáticas, libros académicos, diccionarios, textos que reflexionen sobre el lenguaje, etc.

Función poética

Se relaciona con el MENSAJEy sirve para embellecer su forma.

La podemos encontrar en todo tipo de textos poéticos, en los juegos de palabras, etc. A menuda se utilizan figuras retóricas para conseguirlo, por ejemplo metáforas, hipérboles, personificaciones, antítesis, sinestesias…

 

Los seres humanos estamos compartiendo continuamente información. Cuando hablamos, leemos las redes sociales o incluso cuando saludamos o nos enfadamos estamos emitiendo o recibiendo mensajes con algún tipo de información.

LA COMUNICACIÓN ES LA TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN A TRAVÉS DE MENSAJES. 

Si los mensajes poseen una intención y una forma lingüística determinada decimos que esos mensajes constituyen textos.

UN TEXTO ES UN MENSAJE COMPLETO QUE SE TRANSMITE ORALEMENTE O POR ESCRITO DENTRO DE UN ACTO COMUNICATIVO.

Pueden constituir un texto el libro de texto de clase, un anuncio publicitario, un cartel en la parada del bus o las instrucciones de un dron.

¿Constituye este anuncio redundante a la par que gracioso un texto? Por supuesto que sí. La comunicación entre emisor y receptor es completa: en ese establecimiento hay hielo a disposición del cliente. El autor del texto, en lugar de utilizar la primera persona, apuesta por una oración pasiva refleja.